Bendito baño

Y ya que entramos al baño ¿porqué no hablar del gozo que provoca el bañar al cuerpo? ¡Qué bella y saludable costumbre! Qué importante para el ser humano. Y pensar que, hace muchos, muchos años, en algunos lugares por sus temperaturas tan bajas, lo consideraban malo para la salud; en otras partes lo veían como un acto de frivolidad, porque carecían de agua y la higiene resultaba ser un lujo (Desgraciadamente, esto sigue siendo un lujo en algunas comunidades que no cuentan con agua potable). Leí en una revista médica que, en el siglo XIX, los doctores mandaban a sus pacientes a la playa a darse baños de mar, arena y sol como remedio a la meningitis, la depresión y ¡el mal de amores! Yo siempre he dicho que es más bonito llorar en una playa soleada, llena de bronceador, con una piña colada en la mano, que en la ciudad, encerrada en tu cuarto, con problemas de contaminación y doble "hoy no circula". Debí haber sido doctora. Pero volvamos al baño... Cuánto placer puede darte un regaderazo, empezar el día con ideas frescas y cuerpo limpio o bien, llegar a casa después de trabajar y quitarte el día de encima. Soy de la idea de que hay que conservar el agua y me lo tomo muy a pecho. No me doy baños largos y rara vez lo hago en tina porque siento que es un gran desperdicio, pero debo reconocer que una al año, no hace daño. Y esa "una" debe de ser increíble, con velas aromáticas, aceites, música, exfoliantes, mascarillas y ¿porqué no? Con una buena copa de vino. Si no te gusta bañarte, no lo hagas por ti ¡Hazlo por la gente que te rodea! También sé que hace muchísimos años, los hombres no se bañaban para conservar ese olor de guerrero, de atleta, de macho... Pero los tiempos cambian ¡Báñense! Disfruta el roce del agua con tu cuerpo Consejos de baño: -No te bañes muy seguido con agua muy caliente... No es bueno para los poros de la piel. -No talles tu cuerpo vigorosamente con la toalla para secarlo cada vez que te duches... Le quitas los aceites naturales a tu piel.