Amor de cuatro patas
Tengo la fortuna de tener dos compañeros de vida que cuentan con 4 patas cada uno…
*Él: Cuzco Cutberto. Un gato hermoso, de raza “Gato Hermoso”. Tiene 5 años conmigo y lo adopté en la Sociedad Protectora de Animales en Buenos Aires, Argentina.
*Ella: Ramona… Monchi, pa’los cuates. Tiene toda la pinta de una frenchie, creemos que es frenchie, la tratamos como una verdadera frenchie. Acaba de llegar a mi vida hace dos meses y tiene mi casa patas p’arriba al igual que mi corazón.
Me es imposible describir la felicidad tan grande que me da al llegar a mi casa y ver a mis dos criaturitas paradas frente a la puerta esperando que yo entre. No les importa si vengo arreglada o en fachas, ni me reclaman por la hora de llegada, simplemente me reciben moviendo la cola, dando brincos, ladrando, maullando, dando besos bien cargados de saliva o enredándose entre mis piernas.
Creo firmemente que sus sentimientos son de lo más honesto que tengo en la vida. No mienten sobre lo que sienten. Me miran con ojos de enamoramiento y a mí no me queda otra más que devolverles todo el amor que yo pueda.
“Hasta que no hayas amado a un animal, una parte de tu alma está dormida” Son palabras de Anatole France (No, no es una calle de la colonia Polanco en México, fue un escritor) Creo que tiene toda la razón.
No sabes las capacidades de tu corazón hasta que te enamoras de una criaturita que no pertenezca a la raza humana. Sonríes más, te diviertes más… trabajas más… sí, también, pero esa compañía desinteresada y el amor que te dan valen cada limpiada de caca.
En los últimos meses, tres de mis personas favoritas perdieron a sus mascotas. Salud y edad fueron los motivos en todos los casos. Sin importar el motivo por el que ya no estén a tu lado, el vacío que dejan es indescriptible. Lo sé porque también me ha tocado vivir esa clase de duelos. Y habiendo jurado que “Nunca más”, porque es un dolor que no quieres volver a vivir, aquí me tienen, enamorada una vez más de mis dos pequeñas criaturitas y escribiendo sobre la felicidad que me provocan.
¿Te has enamorado alguna vez de algún animalito? Si sí ¡Felicidades! Si no… ¡¿Qué estás esperando?! Ábrele tu corazón a uno, de cualquier tipo… Peces, hurones, guacamayas, reptiles… Hay para todos los gustos y de todos los tamaños. Dale tu atención, amor y cuidado a cualquiera de ellos, adopta, rescata y ¡ENAMÓRATE!
Aclaro:
Sí es, en definitiva, una tarea para gente responsable. No son juguetes para niños y niñas. No son accesorios ni objetos ornamentales. Si no le vas a dar el cuidado requerido, abstente. Si no vas a amar, no lastimes.
